Fué sentirlo,
desde dentro.
un desgarro,
intenso,
doloroso.
El crujir del alma,
retumbaba,
en mi consciencia.
El esbozo,
de mi sonrisa,
tornada en mueca.
Y la vista,
borrosa,
inundada de sollozos.
Lágrimas,
de tristeza,
silenciosas,
silenciosas,
fluían,
desordenadas,
en lento descenso,
en lento descenso,
por mis mejillas,,
temblorosas.
Y en mil pedazos,
de dolor,
saltaron por los aires,
las esperanzas.
Ilusiones rotas.
Ilusiones perdidas.
Se esfumaban,
desaparecían,
evaporándose,
en la nada.
Sueños,
que morían,
se marchitaban,
sin remedio.
Y lo que fue,
allí quedó,
en el pasado,
lejano,
ausente.
Y latiendo,
en mi pecho,
con dolor,
golpeando,
desde dentro,
pinchando como agujas,
mi corazón sangrante.
Moría,
la ilusión,
dejando tras de sí,
un halo de tristeza.
Gonzalo Bautista León, 2010.