miércoles, 20 de octubre de 2010

" Farolillo Oxidado ".



Aquel oxidado farolillo,
llevaba,
decenas de años,
adornando la fachada,
de aquella pequeña casa.

Noche tras noche,
el oscilante destello,
de la llama,
que albergaba en sus entrañas,
se reflejaba tímidamente,
en las losetas del suelo.

Allí no habían,
oscuras noches,
porque su luz,
disipaba las sombras,
del camino,
que por delante,
pasaba.

Hoy,
tras largos años,
de quemar aceite,
de tiznar de negro,
sus ranuras,
luce,
una limpia luz,
cálida,
fruto del progreso,
que brilla,
con sólo pulsar,
un botón.

Así de bien,
se conserva,
adornando la fachada,
de aquella pequeña casa.

Así es,
aquel farolillo oxidado.

Gonzalo Bautista, Octubre de 2010.

viernes, 27 de agosto de 2010

" La Leyenda Del HADA AZUL ".

Llovía pausadamente en aquel bosque, vergel natural, donde mil bichitos convivían en plena armonía con la naturaleza.

Las diminutas partículas de agua se deslizaban relajadamente balanceándose con los divertidos juegos de las corrientes de aire, que las empujaban y zarandeaban con suma delicadeza.

En las pequeñas charcas y lagunas, jugaban las ranitas, que saltaban entre las hojas de los nenúfares, a ver quién atrapaba más mosquitos.

Algunos pajarillos se posaban en el húmedo suelo, en busca de ramitas quebradas y hojitas secas de hierbas, para fabricar sus diminutos nidos, a la vez que daban caza a escurridizas lombrices, gusanos y pequeños insectos para alimentarse.

Más arriba, entre aquellas nubes, se dejaba ver una abertura, por donde un tímido rayo de sol se abría camino sobre las copas de los árboles.

Seguía lloviendo con quietud, y aquel rayo de luz solar atravesó la tenue cortina de agua, formando un hermoso arco iris de bellos y brillantes colores, que destacaba muy por encima de las tonalidades multicolores que siempre caracterizaban a ese bosque.

Más abajo, en medio de un tupido grupo de árboles, se podía ver un claro, donde estaba la pequeña Yaky, una dulce hada que descansaba plácidamente sobre un montículo de hojarasca seca, inmersa en sus pensamientos. Ésta quedó bañada justo por el brillante tono azul intenso de aquel arco iris.

Sus ojos, humedecidos por la emoción, pudieron ver cómo la miraban con asombro todos los bichitos y animalitos del bosque, que murmuraban y se decían cosas al oido.

Fué entonces cuando las nubes se disiparon y un radiante sol de primavera llenó de luz todo aquel lugar, desapareciendo el arco iris, pero quedando impregnada de color azul la piel del hada.

Todos la miraban boquiabiertos, con ojos de sorpresa y admiración, en el más inquietante silencio.

"¿ Qué os pasa?", - les decía el hada.

Tras una prolongada pausa, se oyó una voz temblorosa entre los arbustos:

"¡ Oh, bella hada !", - contestó un pequeño castor, " - ¡¡ Te has convertio en un hada azul !! ".

Ella, con gran sorpresa, se miraba la piel, ahora pigmentada de un tono azul celeste. Y en su cara, se dibujó una linda sonrisa de aprobación.

Con mucha dulzura, se acercó a donde estaban todos los animalitos, y comenzó a jugar con ellos, transmitiéndoles confianza, alegría y mucha felicidad.

Desde aquel día, la dulce Yaky fué más conocida como el HADA AZUL, que vela por la felicidad, el equilibrio, y la armonía de todos los habitantes, en su pequeño bosque.

Un bosque, que todos bautizaron como:

" El Bosque Del Hada Azul ".

Gonzalo Bautista, Agosto de 2010.

martes, 22 de junio de 2010

" Esa Gran Desconocida ".

Cada día,
me sumerjo,
en aguas amigas,
de la red.

En océano,
profundo,
de secretos,
de las mentes humanas.

En donde esos desconocidos,
escritores,
que comparten,
sus interioridades,
las dejan inmortalizadas,
en letras,
en palabras,
en frases,
en imágenes,

En donde grandes tesoros,
aguardan,
ser descubiertos,
para compartir,
sus riquezas.

Cada día,
más aprendo,
y más conozco,
rincones exclusivos,
para enriquecer,
el alma,
y alimentar,
mi aprendizaje.

No sin antes,
recordar,
que no es oro,
lo que reluce,
que la letra escrita,
aguanta todo,
y que la inteligencia,
me invita,
a caminar,
con prudencia,
y cautela.

Pero me gusta,
leer,
conocer,
aprender,
explorar,
.....
y extraer,
lo mejor.

Esa gran desconocida,
llena de mundos,
por explorar,
llena de gentes,
por conocer,
de enseñanzas,
por aprender.

Esa gran desconocida,
la red.

Gonzalo Bautista, Junio de 2010.

sábado, 22 de mayo de 2010

" Adiós, Amada Mía ".

Allí quedó,
con su alma afligida,
llorando,
la pérdida,
de su amada.

Más duro fué,
su dolor,
al saber,
que ella,
le dejó de amar,
sin motivos,
sin respuestas.

Sólo,
unas breves palabras,
le dijo,
"mis sentimientos,
ya no son,
los mismos",
que resonaban,
sin cesar,
en dolorosos ecos,
en su conciencia.

Cabizbajo,
triste,
con el corazón,
roto en mil pedazos,
caminaba,
pensativo,
preguntándose,
qué hizo mal.

"La he perdido",
se decía,
una y otra vez,
"La he perdido,
para siempre".

Tras sus pasos,
unas gotas,
caían al suelo,
lágrimas de dolor,
intenso,
que por sus mejillas,
se tiraban,
al vacío,
estrellándose,
contra el suelo,
desahogando,
su llanto silencioso,
aguantando,
la profunda herida,
que le desgarró,
su alma sensible.

"Adiós,
amada mía,
qué tiempo tan hermoso,
he perdido,
queriéndote,
sin sentido".

Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.

miércoles, 12 de mayo de 2010

" Mírame ".

Mírame,
estoy gritando,
tu nombre,
sin palabras,
sin voz,
sólo con la fuerza,
de un sentir,
que brota,
desde la grandeza,
de un corazón,
que con fuerza,
palpita,
desde más adentro,
de lo puramente,
físico.

Mírame,
y abre tus ojos,
que ante ti,
mi vida se abre,
sin condiciones,
en una entrega total,
de un alma,
que ha reconocido,
en la tuya,
al complemento perfecto.

Mírame,
estoy agitando mis brazos,
para llamar tu atención,
porque eres,
lo que a mi vida,
le falta,
¿no me ves?.

Mírame,
te he reconocido,
entre miles,
sólo con mirarte,
mas allá de tus ojos,
mas allá del tiempo,
mas allá de la consciencia.

Es,
como un suspiro,
de vida,
como una inyección,
de esperanza,
como un soplo,
de dulce ilusión.

Un sueño,
que a gritos pide,
despertar,
para convertirse,
en realidad.

Mírame,
¿dónde estás,
que no me ves?.


Gonzalo Bautista, Mayo de 2010.

miércoles, 21 de abril de 2010

" Razón Y Corazón ".


De qué sirven,
las palabras,
de consuelo,
en la eterna lucha,
de la razón,
y el corazón.

Se pueden dirigir,
las tendencias,
de la mente.

Se pueden orientar,
los dictados,
de la inteligencia.

Se puede actuar,
con cordura,
siguiendo,
las pautas,
de la razón.

Pero el corazón,
el bendito corazón,
es capaz,
de echar por tierra,
lo que la mente piensa,
lo que la inteligencia nos dicte,
lo que la razón nos
sugiera.

Porque ese es,
el corazón,
el motor,
que nos hace SENTIR,
que nos da la vida,
que palpita,
en nuestro pecho,
y nos da,
desde dentro,
el intenso placer,
de esos latidos,
golpeando,
con dulzura,
donde sólo el alma,
sabe reconocer,
su verdad.


Gonzalo Bautista, Abril De 2010.

miércoles, 24 de marzo de 2010

" Estar Consigo Mismo ".


Sentado, con la mente vagando entre sus pensamientos, y la mirada perdida en el lejano horizonte, estaba aquel hombre, meditando en lo alto del acantilado, junto a la playa.

El viento soplaba con fuerza, y en el mar había bastante oleaje. La piel de su rostro estaba salpicada de pequeñas gotitas de agua salada.

Con esmero, se acomodaba dentro de su grueso abrigo impermeable, para protegerse de las inclemencias del clima.

Y respiraba profundamente, llenando sus pulmones de puro aire marino, mientras suspiraba con enorme bienestar, mostrando una gran satisfacción general.

Muchas cuestiones abordaban su mente, sumida en profunda meditación. Pero tan despierto estaba, que lógicas respuestas clarificadoras brotaban sigilosamente desde su consciencia, dando explicación a sus dudas.

Los cálidos rayos del sol, en sus instantes del ocaso, le obsequiaban con un gratificante abrazo de suave calor, que apartaba toda desagradable sensación de frío.

Con el esbozo de una sonrisa, se ponía en pié, tras unas horas de relajada contemplación, mientras se estiraba y desperezaba, entre los chasquidos de sus adormecidos huesos.

Allí quedó, un trocito de su vida, en el que enriqueció su alma, por unos breves pero intensos momentos de estar consigo mismo, de intimar con lo más recóndito de su ser.

Se alejaba, erguido, orgulloso de la experiencia adquirida, y en su lento caminar, hizo una breve pausa, echando una última mirada a aquel instante irrepetible, para luego, continuar el retorno a su vida cotidiana.

Era éste su secreto, para conseguir lo que más deseaba en su vida: ser buena persona.

Gonzalo Bautista, Marzo de 2010.


domingo, 28 de febrero de 2010

" La Ola ".


Estaba en medio del líquido elemento, flotando plácidamente, y sumido en una desconexión absoluta de la realidad. Tenía la certeza de que éste iba a ser un día tranquilo.

Todo a mi alrededor parecía mantener un inusual equilibrio.

Pero toda esta aparente calma estaba empezando a incomodarme.

Lentamente, una extraña sensación comenzaba a invadir mis sentidos.

Los nervios se apoderaban de mí. Los latidos de mi corazón golpeaban con fuerza contra mi pecho, y mi respiración se volvía dificultosa.

Una enorme fuerza me envolvía por completo, anulando mi libre voluntad de acción, y me arrastraba hacia un lugar indefinido, entre torbellinos que me hacían girar y rodar sin control.

Sentía, que algo tiraba de mí con fuerza, luego me empujaba, y me zarandeaba sin llegar a comprender qué me estaba pasando.

Pronto, mi vista, comenzaba a ver, mis oidos a escuchar, mi tacto a sentir, y mi olfato a percibir esos olores, que pronto me iban a desvelar tanto misterio.

Una enorme pared de agua, se elevaba lentamente, con tanta fuerza, que nada era capaz de frenarla.

Ráfagas de aire se metían por debajo y empujaban hacia arriba, modelando con impresionante maestría una forma que me empezaba a ser muy familiar.

Tenía ante mí, lo que siempre conocí como la formación de una ola, pero esta vez, yo estaba dentro de ella, formando parte de su magia, de esa soberanía que sólo el mar es capaz de dar, ayudada por la fuerza de la gravedad, el poder de atracción de la luna, y cómo no, por la sutileza y la elegancia con que los vientos son capaces de dar forma y modelar con tanta precisión.

Fueron instantes breves, pero verdaderamente intensos, subido a la espumosa cresta, entre miles de millones de diminutas partículas de agua salada, que se asociaban entre sí formando una infranqueable barrera, de inmensas proporciones, y que se disponían a dejarse caer de forma estrepitosa, como parte de un ritual que siempre debían realizar, con el fin de proporcionar al mar esa oxigenación vital para que continuase la regeneración de la vida, en un imparable ciclo vital.

Tras el descomunal estruendo, llegaba la calma, y con ella, recuperaba la placidez con que volvía a desconectarme de la realidad.

Así pasó, aquella ola.
Gonzalo Bautista León, Febrero de 2010.

domingo, 21 de febrero de 2010

" El Estornudo ".


Antonio tenía un día de perros. Aquella mañana se presentaba muy estresante para él. Debía preparar muchos pedidos, y el tiempo se le echaba encima.

Sin poner mucho cuidado rodó, de forma aparatosa unas cajas que obstruían su trabajo, haciendo que se levantara una pequeña nube de polvo.

Tenía cierta alergia a los ácaros, por lo que al rato, comenzó a estornudar repetidamente, cosa que le producía un enfado que aumentaba por momentos, entre malos gestos, y palabras poco agradables.

Estaba tan harto de su mal día, que exageró aquel último y molesto estornudo poniendo todas sus fuerzas, para desahogarse mientras gritaba.

Sin poderlo evitar, su dentadura postiza salió volando por los aires con tanta fuerza, que se estampó estrepitosamente contra el filo de la mesa que tenía delante.

El silencio que se produjo después, se vió alterado por un pequeño tintineo, que delataba la caída de un enorme incisivo que acababa de partirse por la mitad, quedando en el suelo dando vueltas sobre sí mismo hasta pararse, por la inercia del impacto.

A partir de aquel día, la sonrisa de Antonio ya no era la misma.



Gonzalo Bautista, Febrero de 2010.

domingo, 24 de enero de 2010

" Ilusiones Rotas ".



Fué sentirlo,
desde dentro.
un desgarro,
intenso,
doloroso.

El crujir del alma,
retumbaba,
en mi consciencia.

El esbozo,
de mi sonrisa,
tornada en mueca.

Y la vista,
borrosa,
inundada de sollozos.

Lágrimas,
de tristeza,
silenciosas,
 fluían,
desordenadas,
en lento descenso,
por mis mejillas,,
temblorosas.

Y en mil pedazos,
de dolor,
saltaron por los aires,
las esperanzas.

Ilusiones rotas.
Ilusiones perdidas.

Se esfumaban,
desaparecían,
evaporándose,
en la nada.

Sueños,
que morían,
se marchitaban,
sin remedio.

Y lo que fue,
allí quedó,
en el pasado,
lejano,
ausente.

Y latiendo,
en mi pecho,
con dolor,
golpeando,
desde dentro,
pinchando como agujas,
mi corazón sangrante.

Moría,
la ilusión,
dejando tras de sí,
un halo de tristeza.


Gonzalo Bautista León, 2010.

lunes, 18 de enero de 2010

" El Beso ".





En tus labios,
quisiera posar los míos,
y acariciar,
con la ternura de mi piel,
la dulzura de tu tacto.

En tus labios,
quisiera dibujar,
su contorno,
con la punta de mi lengua,
delicada,
cuidadosa,
esmerada.

En tus labios,
quisiera desatar,
mi pasión,
en delicados mordisquitos,
en sensuales roces.

En tus labios,
quisiera traspasar,
esa fina línea,
y atreverme entre ellos,
un introducir mi lengua,
y en sus paredes,
anudar mi deseo,
en una explosión,
de ilimitado de placer,
entre las fragancias,
sutiles,
de tus sabrosos  fluidos.

Porque no hablo,
de los labios,
de tu boca.

Porque son,
esos otros,
los que ansio besar.

Tus labios,
de mujer.

Gonzalo Bautista León, 2010.

martes, 22 de diciembre de 2009

" ESTABAS ".

Estabas,
con la mirada,
perdida,
en el infinito,
y la tristeza,
acomodada,
en tu semblante,
preguntando a la vida,
con lágrimas de nostalgia,
¿Por qué?.


El soplo,
de una brisa fresca,
acariciando,
con ternura,
tu conciencia,
tranquilizando,
tu alma afligida,
te aportaba ,
paz,
y serenidad.


Porque ahora,
está libre,
de ataduras,
y puede volar.


Volar,
sin pesados lastres,
por la inmensidad,
de lo infinito.


Porque ahora,
en un rincón,
de tu corazón,
se cobija,
su recuerdo,
abrazando tu dolor,
besando tu tristeza.


Porque ha partido,
a un viaje
sin retorno,
por llegarle,
su momento.


Todo sendero ,
tiene,
su comienzo,
y su final.


Esa meta,
que todos,
debemos alcanzar,
el día señalado.


Ahora,
sonríe,
amiga mía,
que a él,
le gustará,
verte sonreir.

Gonzalo Bautista León, 2010.

miércoles, 21 de octubre de 2009

" LA HOJA ".

El viento soplaba con tanta fuerza, que apenas nada se mantenía en su sitio. Todo se estremecía en medio de mil torbellinos de aire. Todo estaba revuelto entre las turbulencias que pasaban sin parar.

Aquella hoja, ya media mustia, luchaba y luchaba por no caerse, aferrándose con gran fuerza a la debilitada rama que aún la sostenía. Una inesperada ráfaga de aire quebró su última esperanza de sujeción, y perdió la noción de su equilibrio, viéndose libre de sus ataduras, volando sin control entre las zacudidas de las corrientes de aire, que apenas le dejaban un instante de tranquilidad.

Voló alto, muy alto, más arriba de las copas de los árboles que conocía. Subía en una alocada corriente de aire cálido que no cesaba en su incansable empuje, dando vueltas y vueltas, y más vueltas.

Allá arriba, desde lo más alto que pudo llegar, todo se veía diferente. Había mucha tranquilidad y silencio. El viento cesó y por unos instantes se sintió como flotando, suspendida en el espacio y en el tiempo, en soledad, escuchando únicamente su miedo ante estas nuevas sensaciones que estaba experimentando. Pero pronto comenzó a caer, lentamente, columpiándose a capricho de la gravedad en un suave vaivén que le transmitía serenidad y paz.

Disfrutaba en sus últimos instantes de vida con aquel imprevisto viaje a lo desconocido, lleno de increíbles experiencias jamás imaginadas, y de nuevas y placenteras sensaciones.

Un ave que pasaba por allí, ajena a todo, que volaba con su mente inmersa en sus propios pensamientos, la desplazó involuntariamente hacia un lado, al rozarla con su natural y pausado movimiento de alas, haciéndole entrar en una sosegada corriente de aire tibio que subía. Aquel pájaro la aprovechaba para ascender sin esfuerzo.

Luego, sintió de nuevo el frío aire y volvía a retomar su inevitable caída en zigzag, describiendo pequeños círculos de un lado hacia otro, de forma serena. Disfrutaba de aquella improvisada aventura, tan llena de imprevistos. Estaba acostumbrada a la vida sedentaria, y todo esto era asombroso. Al poco rato, el aire cesó, y casi sin darse cuenta, se vio reposando sobre un viejo tronco, reseco por el sol y carcomido por los insectos con el paso de los años.

Quedó inmóvil sobre una fría rama que aún permanecía fuerte a pesar del lamentable estado general de aquel árbol sin vida. Desde allí podía ver cómo infinidad de hojas reposaban en el suelo. Hojas de muchos tipos de árboles. Hojas que estaban teñidas de tonalidades otoñales. Fueron arrastradas hasta allí por la ventisca y ahora, descansaban en paz, formando como una suave alfombra que cubría el suelo del bosque con una notable delicadeza visual.

Con el paso del tiempo, todas aquellas hojas, mezcladas con multitud de elementos vegetales formarán parte del suelo. De ese suelo donde brotarán nuevas plantas que tendrán multitud de hermosas hojas, cuya misión será la de oxigenar el planeta.

En su último aliento de vida, aquella hoja se dejó caer, plácidamente, para formar parte de aquel suelo, junto a todas aquellas hojas que le esperaban.

Sabía que debía acabar así. Era su misión. Y es Ley de vida. Se sentía muy orgullosa de su labor. Se sentía felíz.


Gonzalo Bautista León, 03 de Junio de 2006

viernes, 18 de septiembre de 2009

" EL CERNÍCALO ".

Aquel inconfundible grito resonaba de forma armoniosa en las laderas escarpadas del profundo barranco, rompiendo el silencio reinante.
.
Era el sonido que emitía un bello ejemplar de cernícalo, que majestuosamente se lanzaba al vacío desde la más alta roca, para emprender su vuelo, aprovechando las cálidas corrientes de aire que soplaban sigilosamente desde mucho más abajo.
.
Su cuerpo esbelto lucía con un hermoso y limpio plumaje, tan característico en su especie. Tenía las alas inmóviles, subiendo y bajando, realizando unos increíbles desplazamientos sin apenas esfuerzo, presumiendo de su veteranía y de la madurez de un ave adulta, conocedora de los vientos, de las brisas y sus secretos.
.
No pude evitar pararme por unos instantes y mirarlo atentamente, para observar y admirar todo cuanto hacía.
.
Más arriba otros cernícalos volaban a gran altura, realizando círculos y curiosas piruetas, como si estuviesen jugando entre ellos, ajenos a todo lo demás, sin percatarse que había un observador que les miraba con atención.
.
Pronto, desaparecieron de mi vista, tal vez siguiendo alguna pauta, invisible para mis sentidos y alejado de mi comprensión, quedando aquel cielo azulado, adornado únicamente con pequeñas y dispersas nubes solitarias.
.
No había pasado apenas media hora, cuando desde lejos, volvía a resonar el agudo cántico del cernícalo, que entre las laderas del barranco parecía recobrar un enorme protagonismo resaltando por encima de cualquier sonido que produjese la naturaleza.
.
De nuevo, apareció su silueta, majestuosa, esbelta, sobrevolando las rocas que tenía frente a mí, meciéndose a merced de los vientos, mirando todo lo que su vista alcanzaba, quizás en busca de alguna presa para poder alimentarse.
.
Algo pareció entonces haber llamado su atención, ya que quedó totalmente estático en el aire, controlando con ágiles movimientos de sus alas esa quietud tan impresionante.
.
Su pequeña cabeza, inmóvil, y sus brillantes ojos, clavados en un punto del terreno, justo debajo de sí mismo, me hacía pensar que algún pequeño ser vivo iba a ser cazado en breves instantes.
.
Y así fué, sin haber terminado de pensarlo, caía el ave en picado hasta atrapar algo bajo sus garras.
.
No le fué fácil, ya que hubo lucha, mucho aleteo y saltos constantes, porque aquel pequeño roedor no pretendía rendirse con facilidad. Pero un certero picotazo de la rapaz, debilitó definitivamente a su presa.
.
Con suma facilidad y elegancia, remontó su vuelo, rumbo a las rocas donde tenía su nido, y entre sus garras se podía ver el diminuto cuerpo de aquel ratoncillo, aún pataleando con la esperanza de poder zafarse de su cazador.
.
Y se perdieron en la lejanía del cielo.
.
.
.
Es el ciclo de la vida, la lucha por la supervivencia.
.
Ya no volví a oir aquel sonido tan sutil, hermoso, y único, en lo que quedaba de tarde. Creo que a lo mejor, después del banquete, aquel cernícalo se retiró a descansar hasta que el sol comenzase a despertar al siguiente día, asomando sus brillantes rayos tras el horizonte.



Gonzalo Bautista León, 13 de Septiembre, 2009.

domingo, 14 de junio de 2009

"EL ARBUSTO DE LA MENTA".


Andaba yo peleándome con las ramas de los arbustos y la descontrolada maleza que había invadido el sendero, que no me dejaba caminar con soltura. Tenía que agacharme con frecuencia, esquivar muchos obstáculos, y apartar con mis manos las ramas que se cruzaban ante mí.
.
De pronto, y sin esperármelo, me percaté de un fuerte olor a menta. Un aroma único y embriagador que reinaba poderosamente en el ambiente. Y busqué a un lado y a otro para intentar descubrir su origen.
.
Y allí estaba. Una impresionante planta de menta como nunca jamás había visto en mi vida. Una planta de tronco leñoso y con un gran ramaje e innumerable cantidad de hojas. Me superaba en altura y su frondosidad era sorprendente. Guardé silencio durante unos instantes y la observé con mucha atención. Agudicé mis oídos y noté muchos ruiditos y zumbidos.
.
¡¡ Vaya ¡! – me dije- ¡cuántos insectos! , ¡qué barbaridad! , parece que se van a comer la planta en un momento. Creí que en cuestión de pocos minutos, iba a ser devorada por todos aquellos bichitos. Habían moscas, mosquitos, hormigas, gusanos, mariposas, polillas, pulgones, y no sé cuántos más.
.
Las otras plantas que estaban a su alrededor, pasaban totalmente desapercibidas para aquel multitudinario ejército de invertebrados. Y allí la dejé, junto al sendero, para proseguir mi camino.
.
Años más tarde, volví a pasar por aquel lugar, y comprobé que la planta sobrevivió al paso del tiempo y aún seguía siendo acosada por infinidad de bichitos. Y seguía dando aquel intenso olor tan agradable y relajante.
.
Y, claro está , se trata de una especie vegetal con un alto poder medicinal. Y seguramente acudían allí a curarse sus males y alimentarse.
.
Había nacido junto a un sendero, casi abandonado, en un lugar húmedo y sombrío, protegido por enormes pinos, grandes matorrales y una gran roca. Y seguro que en época de lluvias, recibía mucha humedad, ya que su tallo quedaba medio metido en el agua, por estar en medio de un barranquillo.
.
Y así sobrevivió mucho tiempo. Escondida. Feliz.
.

Gonzalo Bautista, Mayo de 2006

miércoles, 29 de abril de 2009

"UN PENSAMIENTO".

En un rincón de mi mente estaba aquel pensamiento. Escondido. Esperando su momento.
Pasaba desapercibido. Junto a él corrían y volaban infinidad de ideas y ninguna de ellas se
percataba de su presencia, porque cada cual iba a lo suyo.

Allí esperaba, tranquilo, a que me acordase de él y le dedicase un poco de
tiempo. ¿Qué contenía en sí?... Ya casi ni me acuerdo. Hace tiempo, pensé y lo creé,
dándole forma, dándole un sentido. Y allí se quedó, porque me olvidé de su existencia.

Sin embargo, una tarde tenía ganas de pensar. Y me puse a pensar. Recorrí cada
rincón de mi mente buscando algo en que pensar. Y recordé que tiempo atrás había
pensado en algo que olvidé y que allí estaba, en un rincón concreto de mi mente.

Con entusiasmo, retomé aquel pensamiento y me recreé en él. Lo viví y lo
disfruté durante un largo rato, hasta que decidí volver a guardarlo. Hasta otra ocasión en
que me apetezca hacer uso de él.

Y allí quedó de nuevo aquel pensamiento. En un rincón de mi mente. Escondido.
Esperando su momento. Con una gran esperanza depositada en el hecho de que, tal vez en
un futuro no muy lejano, me volviese a acordar de él. Y que vuelva a recrearme de nuevo,
en él. Pero eso... será otra historia.

Gonzalo Bautista León, Junio de 2003

martes, 14 de abril de 2009

"ERA NOCHE CERRADA".

Era noche cerrada.
Apenas podía ver nada tras la ventanilla del avión.
Ahí fuera, había un mundo oscuro, lleno de incógnitas.

Tímidamente, una fina línea anaranjada iba marcando el horizonte, lejano, difuso.
Mis ojos se iban deleitando con la gratificante imagen que lentamente se formaba en la lejanía.
El cielo, se aclaraba por momentos, entre tonos oscuros y azulados, que se tornaban verdosos, amarillos, anaranjados y rojizos, según dirijía mi mirada hacia donde se tocaban cielo y tierra.

Nubes difusas, jugaban a merced de los vientos, formando caprichosos dibujos de formas cambiantes.

Por debajo de mí, ya se distinguía la blanquecina espuma de las olas del océano, rompiendo en las rocas de la costa, dejando un bello rastro que dibujaba una tortuosa línea zigzagueante en constante movimiento.

Titilantes puntitos amarillosos, destelleaban dispersos entre las montañas y los valles, entre las que se podían ver pequeñas casitas rústicas solitarias.

Mi mente, vagó de forma gratificante, recreándose en la sutil belleza del paisaje.
Una visión desde las alturas, volando entre las nubes, y disfrutando como si por unos breves instantes, fuese un ave, en su discreto planear, ajeno a los problemas de lo cotidiano.

Texto: Gonzalo Bautista. (Marzo/09).

martes, 24 de marzo de 2009

"BUSCADOR DE SUEÑOS".

Me gusta soñar.

Y cada día deseo encontrar ese sueño que ha de acompañarme cuando mi cuerpo descansa.

Soy un auténtico buscador de sueños.

Porque los sueños, me dan esperanza.
Porque los sueños, me dan ilusión.

Me gusta soñar.

Y encontrar cada día ese sueño que ha de envolverme para evadirme de la rutina cotidiana.

Y no habrá rincón alguno, en mis andares por la vida, en que no haya intentado buscar, por lo menos, un sueño.

Texto: Gonzalo Bautista. 23 de Marzo de 2009.

jueves, 19 de marzo de 2009

"UNA DEDICATORIA INESPERADA".

- Porque ofreces amistad sin condiciones, tiempo ni medida.
- Porque vives en esa tierra en la que la velocidad es "slow". No como en la mía, en la que todos vamos a toque de pito, sea o no sea necesario!
- Porque me gusta tu voz calmada y serena.
- Porque tienes la magia de unas Islas únicas, que no conozco, pero espero conocer un día.
- Porque apareces cuando quieres, sin que eso sea un "devolver la llamada o el correo", y no te afecta si contesto o no. Siempre estás ahí.
- Porque a pesar de no poder ofrecer gran cosa como amiga en estos momentos, no me hasdejado de lado.
- Porque respetas las distancias y las cercanías en igual medida.
- Porque das un "toque bálsamo" al foro inigualable.
- Porque cuando me acuerdo de ti, me suena dulce y tranquilo.
- Porque derrochas optimismo siempre, y eso se contagia.
- Porque siempre me llega tu mano, desde el Atlántico, pasando por toda la península, llegando hasta mi.
- Porque eres un buen amigo, además de duende.
- Porque das una oportunidad a todo el mundo, y te resistes a desconfiar del ser humano.
- Porque contigo no me siento obligada sin sentirme culpable.
- Por tu empatía.

Duende gonza, hoy me apetecía decirte esto en público!
Un fuerte abrazo, y gracias por tu amistad.


Texto: Pan De Ángel - Barcelona - Febrero/2009

Nota: Es una dedicatoria de una amiga virtual. Gracias, por estas gratificantes palabras.
He querido inmortalizarlas transcribiéndolas en este blog.

martes, 17 de marzo de 2009

"ACABA EL DÍA".

Acaba el día, y dejo atrás todos los instantes vividos, con sus matices, con el aprendizaje adquirido en cada experiencia.

Cierro los ojos, y siento ahora fluir la sangre llevando el oxígeno a cada rincón de mi cansado cuerpo.

Y respiro con tranquilidad. Los músculos me agradecen el merecido descanso, y cada órgano se adapta a su nuevo ritmo, más distendido.

Mis ojos, cansados, buscan refugio bajo los párpados, y mis oidos transmiten a mi cerebro la dulzura de esa suave melodía que intenta conseguir con sus mágicos tonos un estado de serenidad y distensión.

Son breves instantes, pero intensos, importantes y necesarios, para poder conseguir una sensación de sosiego y bienestar físico y mental.

Luego, mis sueños se tornarán hermosos, agradables, y al despertar, tener pegada al cuerpo esa sensación de haber pasado una noche desconectado de todo malestar.

Gonzalo Bautista, 20 de Enero, 2009.