miércoles, 20 de octubre de 2010

" Farolillo Oxidado ".



Aquel oxidado farolillo,
llevaba,
decenas de años,
adornando la fachada,
de aquella pequeña casa.

Noche tras noche,
el oscilante destello,
de la llama,
que albergaba en sus entrañas,
se reflejaba tímidamente,
en las losetas del suelo.

Allí no habían,
oscuras noches,
porque su luz,
disipaba las sombras,
del camino,
que por delante,
pasaba.

Hoy,
tras largos años,
de quemar aceite,
de tiznar de negro,
sus ranuras,
luce,
una limpia luz,
cálida,
fruto del progreso,
que brilla,
con sólo pulsar,
un botón.

Así de bien,
se conserva,
adornando la fachada,
de aquella pequeña casa.

Así es,
aquel farolillo oxidado.

Gonzalo Bautista, Octubre de 2010.