martes, 14 de abril de 2009

"ERA NOCHE CERRADA".

Era noche cerrada.
Apenas podía ver nada tras la ventanilla del avión.
Ahí fuera, había un mundo oscuro, lleno de incógnitas.

Tímidamente, una fina línea anaranjada iba marcando el horizonte, lejano, difuso.
Mis ojos se iban deleitando con la gratificante imagen que lentamente se formaba en la lejanía.
El cielo, se aclaraba por momentos, entre tonos oscuros y azulados, que se tornaban verdosos, amarillos, anaranjados y rojizos, según dirijía mi mirada hacia donde se tocaban cielo y tierra.

Nubes difusas, jugaban a merced de los vientos, formando caprichosos dibujos de formas cambiantes.

Por debajo de mí, ya se distinguía la blanquecina espuma de las olas del océano, rompiendo en las rocas de la costa, dejando un bello rastro que dibujaba una tortuosa línea zigzagueante en constante movimiento.

Titilantes puntitos amarillosos, destelleaban dispersos entre las montañas y los valles, entre las que se podían ver pequeñas casitas rústicas solitarias.

Mi mente, vagó de forma gratificante, recreándose en la sutil belleza del paisaje.
Una visión desde las alturas, volando entre las nubes, y disfrutando como si por unos breves instantes, fuese un ave, en su discreto planear, ajeno a los problemas de lo cotidiano.

Texto: Gonzalo Bautista. (Marzo/09).

4 comentarios:

Pluvisca dijo...

¡¡¡Qué hermoso escrito!!!

Cuando viajo en avión, es como si el tiempo se detuviera...e imagino estar saltandosobre las nubes como una pequeña hada...

Un abrazo duende

Flautista de Neón dijo...

Es eso coincidimos, Pluvis. Yo dejo volar mi imaginación.

Un abrazo.

Hada Azul dijo...

Que bonito.....;)

Flautista de Neón dijo...

Gracias !!!