miércoles, 24 de marzo de 2010

" Estar Consigo Mismo ".


Sentado, con la mente vagando entre sus pensamientos, y la mirada perdida en el lejano horizonte, estaba aquel hombre, meditando en lo alto del acantilado, junto a la playa.

El viento soplaba con fuerza, y en el mar había bastante oleaje. La piel de su rostro estaba salpicada de pequeñas gotitas de agua salada.

Con esmero, se acomodaba dentro de su grueso abrigo impermeable, para protegerse de las inclemencias del clima.

Y respiraba profundamente, llenando sus pulmones de puro aire marino, mientras suspiraba con enorme bienestar, mostrando una gran satisfacción general.

Muchas cuestiones abordaban su mente, sumida en profunda meditación. Pero tan despierto estaba, que lógicas respuestas clarificadoras brotaban sigilosamente desde su consciencia, dando explicación a sus dudas.

Los cálidos rayos del sol, en sus instantes del ocaso, le obsequiaban con un gratificante abrazo de suave calor, que apartaba toda desagradable sensación de frío.

Con el esbozo de una sonrisa, se ponía en pié, tras unas horas de relajada contemplación, mientras se estiraba y desperezaba, entre los chasquidos de sus adormecidos huesos.

Allí quedó, un trocito de su vida, en el que enriqueció su alma, por unos breves pero intensos momentos de estar consigo mismo, de intimar con lo más recóndito de su ser.

Se alejaba, erguido, orgulloso de la experiencia adquirida, y en su lento caminar, hizo una breve pausa, echando una última mirada a aquel instante irrepetible, para luego, continuar el retorno a su vida cotidiana.

Era éste su secreto, para conseguir lo que más deseaba en su vida: ser buena persona.

Gonzalo Bautista, Marzo de 2010.


12 comentarios:

Reflexiones de Emibel dijo...

Un relato fresco y sensible lleno de una dulzura extrema.
Eres un duende especial.
Ojalá pudiera reunirme con tu protagonista frente a esa roca a esperar que el oleaje mojara mi rostro.
Felicidades
Un beso, amigo.

Pluvisca dijo...

El final lo mejor de lo mejor "ser buena persona", es que me has emocionado.

El relato me ha trasportado al mar, a ese olor marino, el ruido de las olas...

Todos debiéramos hacer esto mas a menudo, meternos en nuestro interior y alimentarnos.

Eres especial Gonza, de veras.

Por cierto ¿el dibujo es tuyo?

Un abrazo marino

MTeresa dijo...

Una belleza de palabras
un relajante paseo
por el sol.
Feliz fin de semana

Flautista de Neón dijo...

Emibel, Pluvisca y MTeresa:
Este relato está basado en una de esas tantas ocasiones en que me he acercado a la orilla del mar, a meditar.
Yo mismo soy el protagonista.
A las tres, muchas gracias por leerme.
Y, contestando a Pluvisca, la ilustración es mía.

Abrazos de duende, para todas.

Pluvisca dijo...

Joooo niño, es que eres polifacetico total, es superdivertida.

Besinos dulces

Flautista de Neón dijo...

Me alegra mucho que te guste.
Gracias por tus palabras.

anjali dijo...

Creo que eres una gran persona, sensible, dulce y profunda. Me alegro de haberte encontrado y de poder disfrutar de tus escritos e imagenes que me transmiten paz y serenidad.

Un fuerte abrazo.

Flautista de Neón dijo...

Anjali, me halagas con tus palabras. Gracias, de todo corazón.

Un abrazo con brisa de mar.

Hada Azul dijo...

Que bello duendecillo y que ciertooo a todos nos hace sentir mas que bien tener esos instantes con uno mismo!desde que he tenido a los gemelos no he tenido ni uno!!!!!!!!!!pero espero poder volver a tenerlos pronto...me dan la vida!un fuerte abrazo cariño!

Flautista de Neón dijo...

Hada Azul, todo vendrá a su tiempo. Cuando tus nenes crezcan y no necesiten tantos cuidados, seguro que no pararás de hacer cosas.
Otro fuerte abrazo para tí.

Unknown dijo...

NO HAY MEJOR SITIO PARA MEDITAR QUE HACERLO EN LA ORILLA DEL MAR.

Flautista de Neón dijo...

Cuanta razón tienes Titanic.

El agua del océano es mágica, y nos envuelve en un bonito bienestar.

Un abrazo cálido, desde el Atlántico.